Lunes, 17 Diciembre 2012

FAO: eficiencia energética aumentará la seguridad alimentaria en el mundo

Durante el foro virtual "El futuro de la agricultura: debate con los expertos" organizado por Oxford Committee for Famine Relief (OXFAM), transmitido al mundo por el internet, el Director General de la FAO, José Graziano Da Silva señaló que los mercados agrícolas y energéticos están estrechamente interrelacionados, pues "el vínculo que les une se ha ido fortaleciendo con el tiempo a medida que la producción agrícola ha aumentado a través de la mecanización, la fertilización y la mayor actividad comercial".

En todo el mundo-dijo Da Silva- la cadena agroalimentaria utiliza el 30% de la energía mundial disponible; de ese porcentaje, el 70% es empleado en la fase de producción.

"La abundancia, la diversidad y la capacidad de resistencia del suministro mundial de alimentos, dependen peligrosamente de los insumos energéticos a lo largo de toda la cadena de producción y llegando hasta la mesa del consumidor", advirtió el experto.

En consecuencia dijo que resultaría imposible que el sector agrícola eliminase por completo el uso de los combustibles fósiles sin provocar reducciones drásticas de la disponibilidad y asequibilidad de los alimentos y/o aumentos drásticos de las zonas cultivadas, con el incremento consiguiente de las emisiones de gases de efecto invernadero.

El crecimiento de la capacidad de la agricultura para proporcionar servicios energéticos, en particular el uso de los residuos de las cosechas y otros productos derivados de la producción de alimentos, podría beneficiar a ambos sectores, según Da Silva.

En ese contexto, y pensando en la seguridad alimentaria hacia el futuro, el experto señaló que uno de los desafíos para el mundo es el de reinventar activamente a la agricultura para que consuma menos combustibles fósiles, por lo que se debe trabajar en la generación de combustibles renovables, la reducción de derroches y pérdidas, y la energía a base de la producción de cultivos agrícolas secundarios, "son todas soluciones que permitirán incrementar el abastecimiento de alimentos y abordar el cambio climático al mismo tiempo", dijo.

Costos energéticos

De acuerdo a las estimaciones de OXFAM, la demanda total de energía para el período 2008-2035, crecerá en un 33% a nivel mundial, de la cual se prevé que una proporción significativa provendrá de los países en desarrollo.

Con las políticas actuales -dijo Da Silva- se estima que los combustibles fósiles cubran el 81% del crecimiento de la demanda energética de las próximas décadas. Sin embargo, se calcula que los suministros disponibles de petróleo conlleven costos de extracción más altos, una mayor volatilidad del mercado e impactos medioambientales más acuciados.

"Los precios más elevados del petróleo provocan directa e indirectamente unos mayores costos de producción para los agricultores, que eventualmente son transferidos a los consumidores", apuntó.

El experto en seguridad alimentaria, señaló que la producción de alimentos básicos y la cadena de suministros de alimentos, incluyendo los gases emitidos por los desechos de los alimentos en los vertederos, contribuyen en aproximadamente un 22% a las emisiones anuales totales de gases de efecto invernadero. Un 15% adicional proviene de los cambios en el uso del suelo, en especial aquellos vinculados a la deforestación causada por la expansión de la superficie agrícola.

Autor

jornadanet.com